Cuando Jessica Chastain entra al cuarto del hotel donde la esperamos, parece que flota. Sonríe, saluda, sonríe de nuevo como si no se tratara de ella, como si fuera parte del séquito de la estrella que está a punto de entrar. Sin embargo, esa entrada, esa sutil caminata desde la puerta hasta el sofá donde la esperamos, la hace de una forma en que no queda duda de que la famosa es ella, que es la nueva sensación del cine, que besó a Brad Pitt, que estuvo en Cannes y ganó, que fue nominada en varios premios como mejor actriz de reparto, entre ellos el Óscar y el Globo de Oro.
Esta vez llega con una calma de templo budista para hablar sobre su actuación en la película Historias cruzadas, donde interpreta a la desorientada Celia Foote, una desdichada pero noble joven que encuentra en su entrañable amistad con su nueva empleada del servicio, Minny Jackson (Octavia Spencer, con quien compite en la misma categoría de mejor actriz de reparto), un nuevo sentido en su vida.
La conversación es suave, una caricia de mujer que se encumbra como una de las herederas del talento de Meryl Streep o Helen Mirren. Entonces revela que es vegana, que aprendió de la actuación las mismas cosas que para andar derecha por la vida y que espera que esta vida de buenos trabajos continúe por un buen tiempo.
Estos últimos meses deben ser para usted los mejores de su vida: primero ‘El árbol de la vida’, al lado de Brad Pitt, y ahora ‘Historias cruzadas’, al lado de Viola Davis y Emma Stone…
Dios mío, sí, realmente es un año bastante sorprendente, es algo nuevo para mí, maravilloso y que no creo que se repita mucho. Conseguir amigas como Octavia y, bueno, conocer a Brad Pitt. Son varias sensaciones. Primero, estar en un filme como El árbol de la vida, que siento que es una película trascendente y sobre la que la gente seguirá hablando en 30 años más, y luego estar en esta producción, Historias cruzadas, en la que hago un personaje completamente distinto al de la señora O’Brien de El árbol de la vida. Estoy contenta por todo lo que ha pasado este año. Ha estado en otros cuatro filmes este año.
¿Cómo hace para poder estar en las audiciones y que le digan que sí a todo?
No lo planeé así. Vengo trabajando en algunos desde hace unos años. En cuatro años hice 11 películas, y hasta ahora se han estrenado tres, o sea que quedan ocho películas listas para salir. Creo que la clave es que elijo películas donde me fascinan los directores o donde los personajes son interesantes. Después no tengo control sobre la distribución y ni siquiera sé cuándo van a salir.
¿Cómo toma todo este cambio súbito de estar al lado de las estrellas?
Mi vida no ha cambiado mucho, la verdad. Tal vez ahora la gente que se acerca me tiene un poco más de miedo al saludarme, pero no he notado muchos cambios. Soy muy tímida, además, y me gusta rodearme de gente que me hace salir del rincón en el que me escondo.
¿Y cuál va a ser su siguiente paso?
Me gusta la idea de hacer cosas distintas a la vez. Me encanta haber estado el mes pasado haciendo la promoción de El árbol de la vida, hablando de temas como la fe y la muerte. En los guiones que voy seleccionando ahora me aseguro de no repetirme, porque no quiero que me encasillen.
¿Y le ha pasado que traten de encasillarla?
Me di cuenta, apenas salió el tráiler de El árbol de la vida, de que comenzaron a llegarme ofertas para hacer de madre o esposa que apoya a sus hijos y a su familia, una tras otra. Lo curioso es que cuando llegué a hacer este filme, Historias cruzadas, yo era un personaje más frente a los talentos que iban a trabajar en la película, como Emma Stone, Viola Davis, Sissy Spacek, estas grandes actrices, y estaba yo, Jessica Chastain, una desconocida. Y lo mejor es que todavía lo sigo siendo meses después, pero lo que aprendí no lo puedo describir.
Ésta es una película donde hay muchas mujeres, donde el poder lo tienen las mujeres. He trabajado en once películas y ésta es tal vez la primera en la que de verdad estoy trabajando con mujeres fuertes, que llevan la voz cantante. Me di cuenta, recién cuando llegué al set de esta película, de que nunca había trabajado en una historia tan centrada en lo femenino. Espero que en el futuro se produzcan muchos más filmes así, donde se vea el poder de la mujer en la sociedad, y que Hollywood entienda que somos tan complejas y divertidas y con una variedad de personajes a los que podemos ponerles el cuerpo. Lo triste es que cuando dices que estuviste en una película con tantas mujeres, lo primero que te preguntan es “¿y hubo muchas peleas en la filmación?”.
El Espectador
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