Ahora que el mundo se ha acostumbrado a la imagen de Clint Eastwood como un hombre rudo, que habla susurrado y con ojos entrecerrados, cuesta imaginárselo vestido de malla azul y capa roja. Pero él mismo reconoció en una reciente entrevista que cuando la película de "Superman" estaba en su etapa inicial de desarrollo, el entonces presidente de Warner Bros, Frank Wells, le ofreció el papel. Eastwood supo que no era el tipo de rol para él, y lo rechazó.
Lo mismo hizo años más tarde, en los 80, cuando le ofrecieron reemplazar a Sean Connery como el nuevo James Bond. Incluso, contó, le ofrecieron una suma considerable: "Para mí esa era la actuación de alguien más, era un asunto de Sean. No sentí que fuera correcto", explicó sobre su decisión de declinar la oferta.Estas anécdotas de actores que "pudieron ser" abundan por montones en el historial de Hollywood.
Un caso notable y reciente fue el ocurrido con "Agente Salt", la cinta de acción en la que Angelina Jolie interpreta a una empleada de la CIA acusada de ser espía rusa, y que en Chile se estrena el 30 de septiembre. Originalmente, el rol había sido escrito para un hombre, y Tom Cruise iba a interpretarlo. Pero a medida que fue leyendo el guión, el actor se dio cuenta de que el personaje se parecía demasiado al de Ethan Hunt, el protagonista de "Misión imposible", y finalmente lo rechazó.
El director Phillip Noyce estuvo de acuerdo en que los casos se parecían, y recordó que alguna vez había hablado con Jolie -a quien dirigió en "El coleccionista de huesos"- sobre hacer una franquicia de una espía mujer. Con el cambio de género hecho, Jolie aceptó hacerse cargo del rol.
Un caso curioso: Arnold Schwarzenegger no era la primera opción para interpretar el rol que lo consagró en "Terminator". En principio, el director James Cameron había pensado en O.J. Simpson, entonces un conocido y retirado jugador de fútbol americano. Paradójicamente, los productores lo rechazaron porque consideraron que era demasiado agradable para ser visto como un asesino. Eso, claro, fue 10 años antes del publicitado juicio que lo tuvo como acusado de matar a su ex esposa y al amante de ésta.
Harrison Ford es un actor con un largo prontuario de "pudo ser". Rechazó el rol de Bob Barnes en "Syriana", que le dio a George Clooney un Oscar, y hoy ha confesado que es de las pocas decisiones de las que se arrepiente. También declinó el protagónico de "Jurassic Park" y el rol titular de "La lista de Schindler", porque consideró que el público no sería capaz de ver más allá de su estatus de estrella para concentrarse en lo importante de la película. Además, se negó a protagonizar "El patriota", la que le pareció demasiado violenta y simple.
Cuando ya había comenzado la filmación de la trilogía "El señor de los anillos", Peter Jackson decidió que el actor que había elegido para Aragorn, Stuart Townsend, era demasiado joven para el rol. Antes había intentado en varias ocasiones convencer a Daniel Day-Lewis que lo interpretara, pero tras sus constantes negativas, la oportunidad recayó en Viggo Mortensen.
Mel Gibson ayudó a impulsar la carrera de Russell Crowe al rechazar el protagónico en "Gladiador", mientras que Will Smith pudo haber sido el Mesías moderno llamado Neo de la trilogía "Matrix", pero no quiso y Keanu Reeves tuvo el rol. Julia Roberts no estuvo dispuesta a desnudarse para la pantalla cuando le ofrecieron el rol de Sharon Stone en "Bajos instintos".
John Travolta dijo que no a "Forrest Gump". Y quizás uno de los rechazos que más arrepentimiento deben haber generado fue el de Gary Cooper, quien no quiso protagonizar "Lo que el viento se llevó", anticipando que la película sería "el mayor fracaso en la historia de Hollywood".
Estreno
Angelina Jolie siempre quiso ser una espía, y el director de "Agente Salt" se acordó de ella cuando Tom Cruise renunció al rol, porque éste se parecía mucho a su personaje de "Misión imposible".
Fuente: http://www.elmercurio.com/
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