La actriz estadounidense de origen ucraniano Milla Jovovich posa a su llegada al estreno mundial de 'Resident Evil: Ultratumba' en Tokio, Japón.
Una espectacular Milla Jovovich asistió en Tokio al estreno mundial de ‘Resident Evil: la Resurrección', la cuarta película de esta serie nacida de un video juego, que ha sido rodada en Japón y, por primera vez, en tres dimensiones.
Vestida con un traje corto de color dorado que dejaba al aire su espalda y con unos enormes pendientes en el mismo tono, la actriz y modelo de origen ucraniano causó furor entre los numerosos fans japoneses que se acercaron al estreno en los cines Roppongi Hills.
"Aquí es donde nació Resident Evil y estoy muy contenta de traer a casa Biohazard (como se conoce en Japón el video juego)", dijo Jovovich en la presentación de un filme que se estrena el próximo día 9 en todo el mundo con la meta de convertirse, con sus muchos zombies y mucha acción, en uno de los éxitos de taquilla del año. En Colombia se estrenará el próximo 10 de septiembre.
La acompañaron en el estreno los también protagonistas del filme Ali Larter, que lucía embarazo, y el actor Wentworth Miller, de la serie de televisión ‘Prison Break', además de japonesas vestidas de negro que, desde el escenario, apuntaban al público con pistolas, imitando al personaje que interpreta Jovovich en el filme.
Como en las tres películas anteriores de ‘Resident Evil', Milla Jovovich interpreta en este cuarto filme a Alice, quien desde la Umbrella Corporation lucha contra un virus, al que ella es inmune, que convierte en zombies a las personas.
‘Resident Evil: Afterlife (la Resurrección) 3D' está escrita, dirigida y producida por Paul W. S. Anderson, marido de la protagonista y padre de su hija.
El filme se ha rodado íntegramente en tres dimensiones, como sucedió con ‘Avatar' de James Cameron, la película más taquillera de la historia del cine, y la actriz ha relatado que se llevó más de un golpe durante su rodaje.
"Nos gusta hacer este tipo de películas, porque es verdad que nos atrae el peligro. Ha habido muchos momentos locos, ha sido salvaje", relató sonriente la actriz, de 34 años, en Tokio, aguantando los focos entre un calor sofocante que superaba los 35 grados.
El Espectador.com
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